Se acercan las elecciones y no hay ayuntamiento, comunidad autónoma o partido político que no se apunte al carro de las promesas. Todos saben que los mayores van ganando terreno, y el consabido envejecimiento de la población hace que, justo antes de que los ciudadanos decidamos qué vamos a hacer con nuestro voto, todos se acuerden de un segmento de la población que supone un jugoso trocito de la tarta que los políticos van a disputarse.
Nuevas residencias, parques, propuestas culturales, centros de día, ludotecas, programas de empleo, investigación… todo es poco para intentar atraer a los mayores.
Veremos cuánto presupuesto dedican realmente a estas partidas, sumamente necesarias, una vez que los elegidos vuelvan a acomodarse en sus sillones, y la cruda realidad de la crisis económica caiga como un frío manto sobre sus promesas electorales.
Ya me lo contaréis…